jueves, 23 de agosto de 2007

Personaje 4 "Ale"

Hace mucho tiempo que me vine a vivir a esta ciudad, pero antes de eso vivía en un pequeño pueblo apartado del mundo, hasta hoy no había vuelto a pensar en ese lugar. Hoy he recibido una carta que contenía un pasaje, la reserva de una habitación de hotel, una foto de mi niñez y una carta que decía "te estamos esperando", nada ha sido igual sin ti. Llego sin remitente ni estampillas, solo amaneció hoy bajo mi puerta, por hoy no pensare en ello, solo quiero dormir.

Suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

Tomo la foto y la miro, han pasado ya quince años desde que me fui de ese lugar, o mejor dicho que me vine a vivir con mi tío, ya que mis padres murieron. Hace años que no pensaba en ello. A decir verdad nunca supe como murieron, fue hace tanto. No me gusta pensar en ello, me frustra. Por lo mismo lo olvide en lo mas profundo de mi ser, apago la luz, solo quiero dormir.

Suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

la foto sigue al lado del velador, nuevamente la observo, ahí están todos el Juan, el Pedro, Jacobo, Abraham, la Maria, la Fernanda, la Pilly y uno mas, uno de quien no recuerdo su nombre, me pregunto que habrá sido de todos ellos, ya han pasado siete años, me pregunto cuantos de ellos estarán casados o que habrá sido de ellos cuantos de ellos aun viven en ese pueblo y cuantos, como yo, habrán salido de ahí, dejo la foto en el velador nuevamente, solo quiero dormir.

Suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

La foto aun me llama, es casi hipnótico, no recuerdo bien cuando fue tomada, pero parece que fue en la primera comunión, no lo recuerdo bien, mi cabeza comienza a dar vueltas, siento nauseas, me desmayo.

todo esta obscuro, mi cabeza duele, pero no estoy en mi casa, estoy en el pueblo, hay neblina, todo esta oscuro, y cae algo como nieve, en una esquina se escucha ruido, como niños jugando, comienzo a caminar hacia allá y al doblar la esquina los veo a todos al Juan con sus cachetes colorados, a la Pilly con sus trenzas pelirrojas, a la Fernanda con su traje de domingo, al Jacobo y al Abraham jugando juntos al sacerdote, todo parece tan tranquilo alguien aparece al lado mió, es el, él sujeto que no recuerdo su nombre, pero el no es un niño al igual que yo.

-Me sorprende verte aquí.-
-Lo se, debería haber venido antes.
-Tal vez, casi nada ha cambiado aquí.
-Pero tu si, te ves distinto de como eras.
-Tal vez. O quizás siempre fui de esta forma aunque lo ocultaba. Te tengo un regalo.
-¿Cual es?
-Mira atrás tuyo.
Al darme vuelta veo una tumba, la lapida dice aquí yace ale, no debió haber vuelto.
Lo miro nuevamente, pero ya no es el. Es un sujeto de piel blanca con un abrigo largo y un sobrero, pero me dan miedo sus ojos rojos, me empuja en la tumba, todo comienza a obscurecerse.

Suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

Ya han pasado cuatro días desde que llego esta carta, aun me llama, pero siento miedo, me siento vulnerable, desde hace años que no me sentía así, tomo la carta desde el velador y la guardo en un cajón, solo quiero dormir.

Suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, cierra sus puertas y en la estación esta el hombre de ojos rojos, mirándome, como si pudiese leer todo lo que pienso, sonríe, él sonríe, el metro comienza a moverse, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

Entro en mi pieza y ahí esta la foto, encima del velador, la miro se ve distinta, al darla vuelta mis piernas tambalean caigo al piso, me toma un tiempo volver a mis cabales, tomo nuevamente la foto y leo en voz alta "te veías bien en el metro, ven pronto te estamos esperando", no hay forma de que sea posible, tomo la carta y la foto, me desplomo en el sillón, la misma persona escribió ambas cartas, me quedo sin palabras, el sol aparece en la ventana, suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

No puedo mas, solo quiero dormir. Nuevamente estoy en el pueblo, estoy en el cementerio, escucho un grito.
-Hijo que estas haciendo.
Ahí esta aquel que no recuerdo como se llama parado frente a una tumba con una pala, al parecer hay alguien en la tumba, alguien vivo.
-Hoy es mi cumpleaños, y el aniversario de muerte de mi padre, mi madre y mi padre. Un buen día ¿no lo crees?
-¿De que estas hablando?
-De que todos mis familiares hasta el momento han muerto en mi cumpleaños, primero mi madre, luego mi padre y por ultimo mi padre.

-Es suficiente, ya has visto suficiente.
Me volteé y esta el sujeto de ojos rojos. Caigo al piso, tengo miedo.
-este lugar ya ha pasado por suficiente, necesitamos purgar el mal que aquí habita-dice él- te necesitamos, ven pronto policía.
Un te golpe me hace voltear hacia quien no recuerdo como se llama. Y comienza a arrojar tierra sobre la tumba.

Suena el despertador, estoy en el living de mi casa tengo barro en mis piernas y manos, llamo al trabajo hoy no iré, me baño, desayuno y me acuesto nuevamente, no puedo dormir, no puedo dejar de pensar en él.

Suena el despertador, me levanto, me baño, desayuno, tomo el metro, llego a la estación, salgo en la patrulla, son las seis de la tarde, tomo el metro, llego a mi casa, me sirvo una copa de chardonai, enciendo la televisión.

Me voy directo a mi cama, pero en el velador aun esta esa foto.

La tomo, junto con los pasajes, y salgo de mi casa, no se bien que es lo que estoy haciendo pero ya no lo soporto mas, necesito saber que es lo que esta pasando, esta ciudad no me dará mas respuestas.

Tomo el bus y al fin llego al pueblo, es tal como lo recordaba y soñé. Al llegar a la entrada esta el sujeto de ojos rojos, es la única persona que me esta esperando.
-Me alegra que vinieras, te estábamos esperando, mi nombre por ahora no es relevante, te tengo un regalo.
Me entrega una botella de chardonai, con una tarjeta que dice bienvenida a casa srta. Alejandra.
-No me gusta que me digan Alejandra.
-¿Entonces como?-Dice el sujeto.
Llámame Ale.

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